Hay muchas maneras de hacer jabón, pero básicamente hay 2 procesos para elaborar jabones naturales artesanales: proceso en frío y proceso en caliente.
Siempre recomiendo que si nunca has hecho jabón, empieces a elaborar jabones mediante el proceso en frío, porqué es mucho más fácil. Una vez dominas la elaboración de este tipo de jabones, entonces te resultará mucho menos complicado aprender a elaborar jabones líquidos con potasa mediante el proceso de elaboración en caliente.
Proceso en Frio
Técnica para fabricar jabón que se basa casi exclusivamente en el calor generado por la reacción química de los ácidos grasos y el álcali para producir jabón. No se aplica calor después de haber mezclado los ingredientes.
Ventajas: Como la saponificación se realiza sin fuente de calor externo los aceites, al no estar sobrecalentados, no se desnaturalizan y mantienen sus propiedades. No se evaporan sustancias y se genera la glicerina natural, que es uno de los mejores agentes hidratantes.
Inconvenientes: Una vez hecho el jabón hay que esperar 4 semanas para que el proceso de saponificación termine y disminuya el pH. Los aditivos añadidos en la traza (aceites esenciales, hierbas, colorantes, aromas…) pierden parte de sus propiedades debido al alto pH que tiene en ese momento el jabón.
Proceso en Caliente
Procedimiento de fabricación de jabón en el que se cuecen grasas, aceites y una solución cáustica a 50º-80º durante varias horas. Es el que se utilizaba antiguamente para hacer jabón. El jabón permanece en un estado fluido y de mucha viscosidad (gelificacion). De esta forma se consigue que la saponificación se complete (por lo que el jabón obtenido no es necesario curarlo). Actualmente este método se utiliza sobre todo para hacer jabones líquidos (con potasa cáustica) y bases de jabón de glicerina.
Ventaja: el jabón se puede utilizar una vez frío. No hace falta esperar 4 semanas.
Además, los aditivos no pierden sus propiedades y preservamos sus componentes.
Inconvenientes: el proceso es mucho más lento y laborioso.