Hacer jabón en polvo para la lavadora es un proceso sencillo que se puede realizar con ingredientes básicos que seguramente ya tienes en casa o que puedes conseguir muy fácilmente. Esta fórmula (mejorada) es la que uso actualmente y funciona de maravilla.
Verás que es muy fácil, efectivo y económico!
Ingredientes
1 parte (por ej. un vaso) de bicarbonato de sodio
1 parte de percarbonato de sodio
2 partes de jabón rallado (puedes usar cualquier tipo de jabón, incluso restos de jabones que tengas en casa)
1 parte de detergente comercial para la lavadora
Opcional (para aguas duras): añadir 1 cucharadita de ácido cítrico en el cajetín de la lavadora, junto con la mezcla del jabón en polvo
La mezcla de bicarbonato de sodio y ácido cítrico se utiliza a menudo como un limpiador natural debido a su capacidad para eliminar la suciedad y el óxido en superficies como fregaderos, bañeras y baldosas. Por ejemplo, en este artículo te explicábamos cómo hacer pastillas desincrustantes para el WC con estos dos ingredientes.
Pero, ¿qué pasa cuando mezclamos bicarbonato de sodio con ácido cítrico?
Cuando mezclamos estos dos ingredientes, se produce una reacción química llamada reacción ácido-base. Esta reacción produce dióxido de carbono, agua y citrato de sodio. La reacción es exotérmica, lo que significa que libera energía en forma de calor.
Bicarbonato de sodio + Ácido cítrico → Dióxido de carbono + Agua + Citrato de sodio
Es importante tener en cuenta que cuando se mezcla bicarbonato de sodio y ácido cítrico, la mezcla comenzará a burbujear y liberar dióxido de carbono. Por lo tanto, se debe manejar con cuidado y no inhalar los gases producidos durante la reacción. También es importante no mezclar grandes cantidades de bicarbonato de sodio y ácido cítrico, ya que puede producirse una reacción violenta y peligrosa.
En cosmética natural y en jabones artesanos solemos usar frascos de cristal que a menudo tienen etiquetas de papel. Algunas salen fácilmente dejando los tarros en remojo. Pero en la mayoría, una vez hemos sacado el papel, quedan restos de cola.
Con sólo dos ingredientes que seguro tienes en casa podrás eliminar estos restos fácilmente: bicarbonato y aceite.
Como remover restos de etiquetas
Elimina todo el papel que puedas (dejando el frasco en remojo con agua y retirando el papel)
Mezcla una cucharadita de aceite con una cucharadita de bicarbonato. Remueve.
Aplica con el dedo un poquito de esta pasta sobre los restos de la etiqueta.
Déjalo reposar por unos 15 minutos.
Límpialo con agua y jabón.
Aunque normalmente sale a la primera, si ha quedado algún resto, repite la operación.
Limpia, desengrasa y da brillo a todo tipo de superficies. Económico y no tóxico, se utiliza como polvo desengrasante para limpiar lavabos, duchas, encimeras, azulejos…
Neutraliza los malos olores en la basura, el frigorífico, los zapatos o los armarios.
En aguas duras, aumenta la eficacia de los jabones naturales, previniendo la formación de incrustaciones por cal.
En la limpieza de la ropa (a mano o en la lavadora) aumenta la eficacia de los jabones naturales. También se puede usar como tratamiento previo para eliminar manchas difíciles de las telas.
Puede usarse directamente sobre una esponja húmeda, o bien diluido en agua.
Es también un insecticida orgánico (hormigas, pulgones, arañas rojas y otros insectos). Disolver 1 cucharadita de bicarbonato de sodio en 1 litro de agua. Rociar las plantas con esta solución acuosa.
Lo más adecuado es prevenir las manchas. Por ejemplo si bebemos te o café, si le añadimos leche, no es tan oscuro y manchara menos. Idealmente dejar de fumar. Procurar añadir leche al té o al café.
Cepillarse los dientes correctamente y hacerse higienes dentales profesionales a menudo.
ACEITE DE COCO
Para ello se usa el aceite para eliminar las manchas, de hecho es aceite de coco que al estar frío se endurece. La forma de usarlo es cortarlo a daditos y masticarlo hasta que se disuelve, mantener unos 20 minutos en la boca.
Entiendo que el sabor puede ser desagradable, antes de que se endurezca se puede añadir unas gotas de aceite esencial de menta.
Los hindúes usan en lugar de este aceite de coco, aceite de sésamo o de girasol pero no se endurece por lo que se usa para enjuagar y después pasar un algodón por los dientes.
El aceite de coco es a la vez antibacteriano.
BICARBONATO SÓDICO
Este es uno de los más populares de hecho el bicarbonato forma parte de muchas de las pastas de dientes blanqueadoras, sin embargo el bicarbonato es ligeramente abrasivo.
El Bicarbonato hace aumentar el PH bucal, por lo que actuará como antibacteriano.
No se debe usar como mascarilla dejándolo en los dientes toda la noche, sino lo que se debe hacer es cepillar los dientes con el bicarbonato en el cepillo.
AGUA OXIGENADA
De naturaleza, el peróxido es blanqueador, de hecho a diferentes concentraciones también forma parte de los productos comerciales para blanquear los dientes.
También es muy desinfectante.
Combinar el bicarbonato con el agua oxigenada es todavía más efectivo, en la proporción de dos partes de agua oxigenada por una de bicarbonato.
Se aconseja diluir el agua oxigenada para que no sea agresivo, como máximo al 50% la que podemos comprar en la farmacia.
VINAGRE DE SIDRA
El vinagre de manzana, es un desinfectante natural y su principal componente es el ácido acético, que es altamente bactericida, aunque el ácido acético puede erosionar el esmalte por lo que no es muy recomendado.
Se puede usar como enjuague, pero para ello se debe diluir a la mitad y aclarar bien para eliminar todos los restos posteriormente.
FRUTAS COMO LA PIÑA O LA PAPAYA
Sabemos que estas frutas contienen bromelaina y papaína son dos enzimas que se usan en muchas pastas de dientes blanqueadoras no erosivas.
Estas enzimas además de blanquear actúan eliminando las manchas, masticándolas, pero se debe tener en cuenta que se debería cepillar los dientes debido al contenido en azúcar que contienen.
No creo de todas maneras que comer esta fruta blanquee los dientes, aunque comer verduras aporta fuerza y salud al diente.
El bicarbonato de sodio es un producto barato que te permite realizar muchas tareas ahorrando dinero y evitando contaminantes en el hogar que luego van a parar al medio ambiente.
Aquí tienes algunos usos poco conocidos del bicarbonato
Limpia hornos: deshazte de la grasa acumulada en el horno sin frotar y evitando productos que contaminan e impregnan con su olor a las comidas. Simplemente echa un poco de bicarbonato en el horno, rocíalo con agua para que se humedezca bien y déjalo actuar un par de horas. Luego enjuaga con vinagre para evitar que se forme una película blanca.
Desodorante de alfombras: los olores parecen aferrarse a las alfombras y la mayoría de los productos no los eliminan, sino que tratan de cubrirlos y así su perfume se suma al olor del vómito del gato o al del tabaco. En cambio el bicarbonato sí elimina los olores. Para ello espolvoréalo abundantemente y déjalo durante toda la noche. Por la mañana, primero barre y luego pasa el aspirador para eliminar lo que haya quedado.
Limpia frutas y verduras: el bicarbonato te permite limpiar frutas, verduras y hortalizas mejor que algunos productos creados específicamente para ello y elimina además los pesticidas. Echa unas cuantas cucharadas de bicarbonato en un bol de agua fría y mete allí las frutas y verduras durante cinco o diez minutos. Puede que necesites un cepillo para frotar las patatas o el apio.
Lavavajillas: el bicarbonato te ayudará a eliminar la suciedad pegoteada en platos y cacerolas, si primero los sumerges en agua jabonosa y luego lo espolvoreas sobre las zonas más difíciles. También puedes usarlo en el lavajillas para que limpie mejor y eliminar olores.
Desodorante para calzado: vierte unas cucharadas de bicarbonato en un filtro de papel para café o en un pañuelo de papel, ciérralo con una goma y mételo en el zapato o zapatilla con toda tranquilidad porque no daña ni siquiera los materiales más delicados, como la gamuza.
Elimina el olor a humedad de los libros: el moho puede prosperar en viejos libros, fotos y algunas otras cosas, provocando un olor característico y muchas reacciones alérgicas. Para eliminarlo, mete los libros en un contenedor hermético junto con un recipiente con abundante bicarbonato. Alternativamente, puedes echar bicarbonato directamente sobre los libros y luego quitarlo con un cepillo.
Quitamanchas: el bicarbonato sirve para eliminar manchas de grasa, aceite y vino. Para ello, espolvoréalo sobre la mancha, déjalo un rato y, si es necesario, frota con una pasta de bicarbonato y agua. Muy útil sobre todo en alfombras y sillones.
Limpia metales: un paño húmedo con un poco de bicarbonato hace brillar al cromo y al acero inoxidable. Y con un poco de limón, también al bronce. Para dejar la plata impecable, si se trata de piezas pequeñas, como anillos o pendientes, basta cubrirlas con bicarbonato o agitarlas en un recipiente con bicarbonato. Pon las piezas de plata más grandes sobre un papel de aluminio en el fondo de una cacerola y agrega un litro de agua hirviendo en el que habrás echado un cuarto de taza de bicarbonato y tres cucharillas de sal. Cubre la cacerola y deja actuar unos segundos.
Limpieza de muebles de plástico o resina: hasta los productos creados específicamente para limpiar los muebles de plástico o resina del patio o jardín pueden rayarlos. Mejor límpialos con una esponja húmeda con bicarbonato que disolverá la suciedad sin rayarlos.
Elimina los olores de caca de gato: echa bicarbonato en la caja donde el gato hace sus necesidades y eliminarás sus olores.
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