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¿Qué es la glicerina?

¿Qué es la glicerina?

Lo que hoy conocemos como “glicerina” (INCI: Glycerin) es una substancia dulce y viscosa que fué descubierta de forma accidental en 1783 por el químico sueco Wilhelm Scheele. La glicerina atrae la humedad y como descubrió Michel Eugène Chevreul en 1823, es un subproducto del proceso de saponificación.

La glicerina es  un alcohol,  de sabor dulce, transparente y con una textura muy viscosa.  Se obtiene mediante la saponificación de grasas animales y aceites vegetales, como un subproducto de la fabricación del jabón. La glicerina pura contiene un 99% de glicerol.

Es una sustancia higroscópica, capaz de retener y liberar agua en función de la humedad relativa del ambiente. En climas secos absorbe la humedad de la piel, pudiendo causar deshidratación (irritación o incluso ampollas). Por eso nunca debe aplicarse directamente sobre la piel. En climas húmedos absorbe la humedad del aire, por lo que la piel puede hincharse mucho.glicerina

En cosmética se añade en la fase acuosa de las preparaciones (entre un 1% y un 10%) por su capacidad humectante. Mejora la hidratación de la piel y el cabello, proporcionando un efecto protector contra la deshidratación.

Es soluble en agua y alcohol, pero no en aceite.

Se utiliza también como solvente en extractos hidroglicerinados y en la elaboración de jabones transparentes de glicerina (“melt&pour” o jabones de fundir y verter).

La glicerina en los jabones

En la elaboración de jabones naturales la glicerina permanece en el jabón (ya sea pastilla o jabón líquido) en una proporción de entre un 10% y un 13%. En la fabricación industrial de jabón, la glicerina es extraída y vendida aparte como materia de gran valor.

Existe también una glicerina sintética (propilenglicol) que es un derivado del propileno que es un producto derivado de la destilación del petróleo. No es difícil encontrar glicerina en las droguerías o tiendas de suministros de materiales cosméticos. Aunque la calidad de la glicerina no depende de que su origen haya sido vegetal, animal o sintético (co-producto de la fabricación de biodiesel), en la elaboración de cosméticos y la producción de jabones de calidad, se valora más la glicerina de origen vegetal.

Puede ser disuelta en agua o alcohol, pero no en aceites. Tiene la propiedad de absorber el agua del aire. Diluida en agua suaviza la piel.

La glicerina se utiliza también para fabricar jabones transparentes, que contienen alrededor de un 15%-20% de glicerina pura.

Si nos referimos a jabones sólidos, a nivel internacional son conocidos como “Melt & Pour soaps” (jabones de fundir y verter). Son muy fáciles de hacer por lo que son ideales para hacerlos con niños. Funden alrededor de 57ªC y solidifican muy rápido. Como tienen un alto contenido en glicerina, son muy hidratantes para la piel. Sin embargo, se disuelven más rápidamente en agua que los otros tipos de jabón y por lo tanto duran menos. Una pastilla de jabón artesanal de glicerina expuesta al aire atraerá la humedad del ambiente y formará “perlitas de agua” en su superficie.

Los jabones de glicerina son especialmente beneficiosos para pieles sensibles como la de los niños.

¿Quieres aprender a hacer jabón?.
Aquí te lo explico

Mercè Castells
Autora del Manual de Cosmética Natural DIY y tutora de los cursos online:

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Sin lejía no hay jabón

Sin lejía no hay jabón

Sin lejía no hay jabón, pero… no hay lejía en el jabón!

Cuando hablamos de lejía, los principiantes se asustan un poco “¿lejía? Pero si es tóxica!”. Y nos viene a la mente el recuerdo de nuestras abuelas con las manos enrojecidas por el uso de jabón.

Pero si has usado alguna vez un jabón natural sabes que es suave e hidratante. Si se utiliza lejía para hacer el jabón,¿cómo es posible que ese jabón sea tan bueno para la piel? Parece una contradicción ¿verdad?.

Ciertamente la lejía estaba, pero cuando ha terminado el proceso de saponificación, la lejía ya no está.

Parece mágico, pero en realidad no es más que un proceso químico. Cuando combinamos el aceite con la lejía, ésta se transforma y desaparece durante el proceso de saponificación. La reacción química que llamamos “saponificacióntransforma el aceite y lejía en jabón (aprox 90%) y glicerina (aprox.10%).

El jabón limpia la piel y la glicerina que es un humectante, atrae la humedad del aire sobre la piel, ayudando a mantenerlahidratada y flexible. Así que no tengas miedo a elaborar y usar tu propio jabón y disfruta de todos sus beneficios

A veces mis alumnas me dicen “…pero el jabón que compro en la tienda no tiene lejía.” Y es cierto, ya no tiene lejía, porqué ha desaparecido después del proceso de saponificación.

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Jabones líquidos vs jabones sólidos

cómo hacer jabones líquidos naturales Para elaborar jabones naturales, saponificamos grasas con un álcali, que puede ser sosa cáustica o potasa. Si has hecho jabones por el método de saponificación en frío con sosa cáustica, lo primero que debes de tener en cuenta es que el proceso de hacer jabones líquidos es diferente del proceso de hacer jabones sólidos.

Veamos las principales diferencias:

  • Tipo de álcali
    Para hacer jabones líquidos usamos potasa – KOH.
    Cuando combinamos ácidos grasos con sosa cáustica (NaOH), la sosa cristaliza y forma una pastilla de jabón sólida. Cuando hacemos lo mismo con potasa cáustica (KOH), la potasa no cristaliza, y queda una masa de jabón pastosa, que es soluble en agua.
  • Tipo de elaboración: en frío o caliente
    Una vez hemos conseguido la traza, cocemos la pasta de jabón hasta que toda la lejía se neutraliza. La ventaja del proceso en caliente es que puedes usarlo al dia siguiente (no tienes que esperar unas semanas a que cure).
  • Sobreengrasado
    No sobreengrasamos el jabón, porqué el aceite no saponificado flotará en nuestro jabón líquido (el jabón líquido tiene mucha agua, el aceite y el agua no se mezclan y como el aceite es más espeso que el agua flotará). El aceite de ricino sulfatado es el único aceite que puede disolverse en agua, por lo que es el único con el que podremos sobreengrasar (si queremos hacerlo, aunque no es necesario). Hay un tipo de manteca de karité modificada que es también hidrosoluble (INCI: Butyrospermum parkii, PEG-10 Olive Glycerides)
  • Calculadoras de saponificación
    Las calculadoras de saponificación se usan de forma diferente ya que la potasa nunca es pura. Como no podemos sobreengrasar, hay menos margen de error en las fórmulas, ya que demasiada potasa hará que sea un jabón muy alcalino (pH demasiado alto) y tendremos que neutralizarlo. Si por el contrario ponemos menos potasa de la necesaria, no saponificaremos todos los aceites y nos quedará un jabón aceitoso, con aceite flotando en la superficie. Por otra parte, la potasa es siempre mucho menos pura que la sosa cáustica, por  lo que en el caso de la elaboración de jabones líquidos la necesidad de disponer de una buena fórmula es especialmente importante.
  • Aceite de coco
    Para obtener jabones líquidos con mucha espuma (especialmente si donde vivimos el agua es más bien dura) necesitaremos más aceite de coco del que usaríamos normalmente en las fórmulas de jabones con sosa cáustica. Es decir si en los jabones sólidos lo recomendable es usar un máximo del 25% del total de los aceites, en el caso de los jabones líquidos podemos usar proporciones mucho mayores (por ej. 40-45% del total de los aceites).
  • Consistencia
    Los jabones naturales líquidos elaborados con potasa son líquidos (acuosos). Es decir, la consistencia es más acuosa que la de los jabones “liquidos” que compramos en las tiendas (que en su mayor parte no son jabones naturales sino detergentes, a los que se les ha añadido gelificantes y espesantes, entre otras cosas…). Los aceites que contribuyen a crear pastillas más duras en los jabones elaborados con sosa cáustica (como por ej. el aceite de palma o el sebo), no son necesarios en las fórmulas de jabones líquidos ya que la “dureza” no es un factor importante en este tipo de jabones.
  • Agua
    Para disolver la potasa, en los jabones líquidos se pone más agua que en los jabones sólidos (la medida standard es multiplicar la potasa por 3). Esto se hace sobre todo porqué durante el proceso de cocción de la base de jabón se produce evaporación de agua.

Encontrarás más información en nuestro curso online Elaboración de Jabones Líquidos.

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Mercè Castells
Autora del Manual de Cosmética Natural DIY y tutora de los cursos online:

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Métodos de elaboración de jabones naturales

Hay muchas maneras de hacer jabón, pero básicamente hay 2 procesos para elaborar jabones naturales artesanales: proceso en frío y proceso en caliente.

Métodos de elaboración de jabones naturales

Siempre recomiendo que si nunca has hecho jabón, empieces a elaborar jabones mediante el proceso en frío, porqué es mucho más fácil. Una vez dominas la elaboración de este tipo de jabones, entonces te resultará mucho menos complicado aprender a elaborar jabones líquidos con potasa mediante el proceso de elaboración en caliente.

Proceso en Frio

Técnica para fabricar jabón que se basa casi exclusivamente en el calor generado por la reacción química de los ácidos grasos y el álcali para producir jabón. No se aplica calor después de haber mezclado los ingredientes.

Ventajas: Como la saponificación se realiza sin fuente de calor externo los aceites, al no estar sobrecalentados, no se desnaturalizan y mantienen sus propiedades. No se evaporan sustancias y se genera la glicerina natural, que es uno de los mejores agentes hidratantes.

Inconvenientes: Una vez hecho el jabón hay que esperar 4 semanas para que el proceso de saponificación termine y disminuya el pH. Los aditivos añadidos en la traza (aceites esenciales, hierbas, colorantes, aromas…) pierden parte de sus propiedades debido al alto pH que tiene en ese momento el jabón.

Proceso en Caliente  

Procedimiento de fabricación de jabón en el que se cuecen grasas, aceites y una solución cáustica a 50º-80º durante varias horas. Es el que se utilizaba antiguamente para hacer jabón. El jabón permanece en un estado fluido y de mucha viscosidad (gelificacion). De esta forma se consigue que la saponificación se complete (por lo que el jabón obtenido no es necesario curarlo). Actualmente este método se utiliza sobre todo para hacer jabones líquidos (con potasa cáustica) y bases de jabón de glicerina.

Ventaja: el jabón se puede utilizar una vez frío. No hace falta esperar 4 semanas.
Además, los aditivos no pierden sus propiedades y preservamos sus componentes.

Inconvenientes: el proceso es mucho más lento y laborioso.

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