Nuestro hogar está lleno de productos químicos que pueden afectar a nuestra salud y a la de nuestra familia.
En nuestro día a día nos enfrentamos a una contaminación desconocida para la mayoría por cuanto más sutil, y por tanto más difícil de prevenir o evitar. Nos referimos a la que se produce en nuestro entorno más inmediato, el hogar. Eso es debido al uso muchas veces indiscriminado de productos químicos. Según los expertos, las sustancias químicas presentes en todo tipo de productos de consumo constituyen la principal fuente de exposición humana total a compuestos químicos.
Pinturas, detergentes, moquetas, ambientadores y un sinfín de productos que usamos a a diario intoxican nuestro hogar y la salud. En este artículo te mostrábamos cómo detectar sustancias tóxicas, qué efectos producen, cómo evitarlos y cómo mantener un hogar saludable libre de elementos venenosos.
Esta guía resume la gran cantidad de productos de uso diario en el hogar, y recoge los efectos que producen sobre la salud, tanto agudos como crónicos (que suelen conocerse en menor medida). También recoge la legislación que afecta a las sustancias químicas en general, el reciente reglamento europeo REACH, y algunos programas y estudios de diferentes organismos internacionales, así como recomendaciones a diferentes niveles.
Somos conscientes de que resulta bastante agotador y desesperante saber que tantos y tantos de esos productos que llevamos usando toda la vida como si nada son, en realidad, un verdadero peligro para nuestra salud, como por ejemplo, los maquillajes. Y lo peor de todo, al menos para nosotras, es despertar del engaño, ser conscientes de la enorme tomadura de pelo que supone sucumbir a la publicidad que, con semejante descaro, nos vende “veneno” para estar bellas.
Un poquito de aquí y un poquito de allá
En el último siglo se han creado miles de moléculas sintéticas que han sido lanzadas al mercado en todo tipo de productos, muchos de ellos sin estudios ni pruebas suficientemente rigurosas ni prolongadas en el tiempo como para saber con certeza que se trata de sustancias realmente seguras para el ser humano a largo plazo. De esta forma ha ido ocurriendo que, en un momento dado, determinada sustancia o producto se ha tenido que retirar urgentemente del mercado por haberse descubierto su potencial para envenenar o causar cáncer, etc. Y esto no ha ocurrido en el último siglo una vez, sino muchas.
En otras ocasiones, el potencial para envenenar no es una sorpresa; las agencias reguladoras y los organismos que (se supone) velan por nuestra salud y seguridad saben de antemano que los maquillajes (y tantos otros productos industriales) llevan sustancias que resultan tóxicas para el ser humano. Aún así, permiten su venta porque, en principio, se trata de dosis lo suficientemente pequeñas como para no causar daños en la salud. Pero… ¿Quién mide cuánto de esto y lo otro nos ponemos cada día? ¿Quién mide la cantidad de pequeñas cantidades de veneno que usamos cada día con el champú, las cremas, el maquillaje, los dentífricos, los alimentos procesados, los productos de limpieza y un larguísimo etc?
Las sustancias más tóxicas en los maquillajes
El verdadero peligro de los maquillajes reside en en las sustancias que los componen. Ya sea maquillaje en crema, polvos, coloretes, rímel, barras de labios y todo lo demás, todos estos productos, con los que se supone que vamos a estar mucho más guapas, se componen de:
Aceites Minerales derivados del petróleo
Prácticamente todos los productos en forma de crema o que tengan consistencia grasa (maquillajes en crema, barras de labios) están elaborados con aceites derivados del petróleo. Crean una película en la piel que da aspecto de hidratación pero que tapona el poro obstruyendo el sudor y la respiración celular e impidiendo la eliminación de toxinas. Además, quedan atrapados en el organismo puesto que nuestro cuerpo no puede metabolizarlos. Numerosas publicaciones relacionan estos aceites (especialmente el glicol propileno) con trastornos del hígado y el riñón, dermatitis, dolor de cabeza y trastornos de sistema nervioso. Un estudio publicado por la Universidad de Rochester también relaciona esta sustancia con anomalías genitales en bebés. Estos aceites los encontramos con el nombre de Parafina, Vaselina, Parafinum, Cyclopentasiloxane, Cyclomethicone, Dimethicone, Dimethiconol, Carbomer, Petrolatum, Cera Microcristallina, Ozokerite, Ceresin, Acrylamides, etc.
Ftalatos
Se les llama venenos medioambientales y se utilizan como disolventes y suavizantes. Se encuentran fácilmente en todo tipo de productos de cosmética y, en maquillajes, podemos encontrarlo en el maquillaje en crema, en lacas de uñas, etc. Para que te hagas una idea de su peligrosidad, la UE ha prohibido su uso en la fabricación de juguetes y productos para bebés susceptibles de ser introducidos en la boca. Numerosos estudios en universidades de todo el mundo han relacionado el uso de los ftalatos con cáncer, disfunciones endocrinas, daños en el ADN de reproducción masculina, malformaciones en el feto, etc. Lo encontramos con estas nomenclaturas: Dietilexiloftalato o DEHP, Butilbenziftalato o BBP, Dibutilftalato o DBP, Butildecilftalato o BDP, y un largo etc.
PEGs
PEG se refiere a Polietilenglicol, una mezcla de compuestos químicos que se usa como base detergente o emulsionante en numerosos productos de maquillaje de conocidas firmas. En principio, estas sustancias no son peligrosas por sí solas (aunque actualmente se encuentra bajo sospecha de ser cancerígeno). Su potencial de peligrosidad depende de los otros componentes del producto ya que tiene un gran poder de penetración en el torrente sanguíneo y junto con los PEG, entran otras sustancias tóxicas. Uno de los PEG más polares en todo tipo de productos cosméticos es el Sodium Laureth Sulfate, una sustancia que, según el Colegio Americano de Toxicología se acumula en el riñón, hígado y pulmones. Encontramos estas sustancias en las etiquetas cuando vemos PG + un número o cuando vemos el sufijo “TH” como Laureth.
Aluminio
Muy abundante, sobre todo, en barras de labios pero también presente en productos de maquillaje en forma de crema. Cada vez más voces expertas y estudios (incluyendo la OMS) relacionan el exceso de aluminio en todo tipo de productos con daños cerebrales, muy especialmente Alzheimer, ya que en las autopsias de personas con esta enfermedad suelen encontrarse cantidades excesivas de aluminio. Encontramos el aluminio como Aluminium Chlride, Aluminium Chlorhydrate, Aluminium Chlorithydrex, Aluminium Chlorohydrex PG, Aluminium Fluoride y otras nomenclaturas que empiezan por Aliminium.
Parabenes
Qué decir de este ya famoso conservante que saltó a la palestra cuando un estudio revelaba grandes cantidades de parabenes en biopsias hechas a mujeres con cáncer de mama. Los parabenes están presentes no solo en productos de maquillaje sino en todo tipo de productos incluso alimentarios. Se usan como conservantes y los encontramos en las etiquetas en palabras que acaban en “paraben” como Methilparaben o E-218, Propylparaben o E-216, Ethylparaben o E-214, Butylparaben o E-209, etc.
Phenoxietanol
Se trata de un peligroso conservante que llevan casi todos los maquillajes, especialmente los que lucen el famoso “libre de parabenes”. Resulta realmente indignante cómo nos toman el pelo, anunciando enormes letras luminosas que nos instan a usar un producto libre de una sustancias supuestamente peligrosa que contiene, a cambio, otra igual si no peor. La Agencia Nacional de Medicamentos y Productos Sanitarios de Francia ha alertado sobre estudios toxicológicos que confirman su efecto tóxico en la sangre y en el hígado.
Liberadores de formaldehído
Aunque el formaldehído es una sustancia aceptada como cancerígena y prohibida en productos de maquillaje y cosmética, se sigue permitiendo que los fabricantes usen otras sustancias que, sin ser formaldehído, lo liberan. El formaldehído y estas sustancias liberadoras se usan como poderosos conservantes. El formaldehído no solo causa cáncer sino que está relacionado con todo tipo de disfunciones en el organismo. Hay distintas formas de detectar el formaldehído en las etiquetas: Ingredientes que acompañan a la palabra “Urea” como Poliximetileno Urea, sustancias que llevan DM delante como DM hidantoína, Aldioxa, Quaternium-15, Bronopol, Bronosol y un largo etc.
Otros
Te hemos hablado de estas sustancias por mencionar algunas, pero la triste verdad es que el número de sustancias sospechosas de ser peligrosas y producir distintas disfunciones en el organismo (especialmente cáncer), son muchas. Por nombrar algunas: DEA, MEA, TEA, Fenol y Fenil (Nitrofheno, Phenolphthalein, Chlorophenol y otras terminaciones en Phenol y Phenil), Mercurio (Tiosalicilato de etilmercurio), 1.4 Dioxano, BHT, Tolueno, etc.
Colorantes… ¡Los peores!!
Los pigmentos son esas preciosas tonalidades que encontramos en cualquier tipo de producto de maquillaje, polvos, maquillaje en crema, sombras, colorete, etc. Bien, pues esos fabuloso pigmentos que nos dan color, son precisamente lo peorcito de los maquillajes, que merecen mención aparte.
Los peligrosos colores en el maquillaje
Los colorantes y pigmentos usados en todo tipo de productos (no solo el maquillaje) son una de las sustancias con más diferencias en las legislaciones de todo el mundo. En los países nórdicos (ejemplo de muchas otras cuestiones según nuestro criterio) están prácticamente prohibidos mientras que en el Reino Unido están permitidos prácticamente todos los que en otros países se han prohibido. Las diferencias son notables no solo en Europa sino también en USA o Canadá con respecto a los distintos tipos de colorantes.
Existen dos tipos de colorantes:
Pigmentos naturales: Provienen de metales y minerales y aunque alguno puede contener metales pesados, la mayoría de ellos son, en general, inocuos. Sin embargo, son bastante más complicados de usar e introducir en los productos que los colorantes artificiales y costosos de extraer.
Pigmentos sintéticos: Son los pigmentos creados en el laboratorio y, como siempre, más fáciles de usar, más duraderos, más baratos y… constantemente en el punto de mira por sus potenciales peligros en la salud!! Dentro de este grupo de pigmentos artificiales, los más cuestionados son los colorantes azóicos, un tipo de colorante muy usado sospechosos de producir cáncer en pruebas con animales.
Detectar los colorantes azóicos
Los colorantes azóicos se fabrican usando hidrocarburos (sustancias derivadas del petróleo constantemente relacionadas con el cáncer). A la hora de detectar estos colorantes en las etiquetas, conviene tener en cuenta lo siguiente:
INCI: El INCI es un listado internacional de nomenclaturas con las que se definen las sustancias usadas en los productos de higiene y cosmética que aparecen en las etiquetas. En el INCI, los colorantes se encuentran con las siglas CI seguidas de un número. CI significa Color Index y el número hace referencia al colorante o pigmento específico al que se refiere. Colorantes azóicos: podemos encontrarlos en las etiquetas en palabras que terminan en -anilin o –anilid y colores que empiezan por HC, Acid, Pigment o Solvent. No obstante, este tipo de colorante es difícil de detectar, ya que lo normal es encontrar en la etiqueta el CI seguido del número de referencia y para poder evitarlo, tendríamos que saber de memoria los que corresponden a los colorantes azóicos.
Algunas de las sustancias que más inquietud han generado pertenecen al grupo de los parabenos. Son conservantes con efecto antibiótico (contra hongos, levaduras y microorganismos), amplísimamente utilizados, que se han venido integrando en muchos productos, desde cremas para la piel a fármacos, pasando por desodorantes o productos alimenticios.
Entre los parabenos más usados se cuentan algunos como el metilparabeno (methylparaben), etilparabeno (ethylparaben), propilparabeno (propylparaben,) y butilparabeno (butylparaben). En algunos productos pueden ser identificados por su nombre o, por ejemplo, con claves como: E218, E214, E216,…
Aunque desde las autoridades que permiten su uso frecuentemente se tranquiliza sobre lo segura que es la actual exposición humana a estas sustancias, hay estudios científicos que los han asociado a problemas diversos, entre los cuales se citan dermatitis de contacto alérgica y otros problemas de piel, posibles efectos estrogénicos , daños al esperma (en experimentos con animales), y al cáncer de mama.
La base de datos Skin Deep de EWG indica que diferentes investigaciones han asociado los parabenos a cáncer, disrupción endocrina, toxicidad reproductiva, inmunotoxicidad e irritación de la piel.
No solo se han usado en productos de aseo y cosméticos sino también en jarabes, supositorios, soluciones para los ojos, contraceptivos, corticoides, anestésicos locales, heparinas, etc., por no hablar de helados, pasteles, refrescos, fiambres, gelatinas o aceites. Por ello, una persona podría tener en su cuerpo una presencia nada desdeñable de estas sustancias a través de diferentes vías.
El suavizante se usa en las lavadoras para suavizar la tela y evitar la electricidad estática. Éste cubre la superficie del tejido con químicos lubricantes que reducen las arrugas, incrementan la resistencia a las manchas, suaviza las telas para que el tejido se sienta más suave y también para prevenir la acumulación de la electricidad estática.
¿Qué químicos hay en los suavizantes de ropa?
Alfa-terpineol
El alfa-terpineol (fórmula molecular: C10H18O) es un líquido incoloro y combustible con un suave aroma a lila que le provee fragancia a los suavizantes de telas. De acuerdo a la Red de Salud Ambiental, el alfa-terpineol provoca trastornos en el sistema nervioso central, hipotermia, dolores de cabeza, depresión, ataxia (o pérdida de la coordinación muscular) e irrita las membranas mucosas.
Acetato de bencilo
El acetato de bencilo (fórmula molecular: C9H10O2) se usa como agente de fragancia en los suavizantes de tela. Es un líquido incoloro con un suave olor floral (similar al del jazmín). El acetato de bencilo es el ingrediente principal del aceite de gardenia y de los suavizantes de telas con aroma a jazmín. De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Berkeley, se dice que el acetato de bencilo está ligado al cáncer de páncreas. Sus vapores irritan los ojos y los pasajes respiratorios.
Alcohol bencílico
El alcohol bencílico (fórmula molecular: C6H5CH2OH) es un líquido incoloro con un aroma placentero. Éste es producido por las plantas y se encuentra en varios aceites esenciales, como el del ylang-ylang, el jacinto y el jazmín. El alcohol bencílico causa trastornos en el sistema nervioso central, irrita el tracto respiratorio superior y puede llevar a la muerte en casos extremos, Otros síntomas del envenenamiento por alcohol bencílico incluyen vómito, náuseas y dolores de cabeza.
Cloroformo
El cloroformo (fórmula molecular: CHCl13) es un líquido denso, incoloro y de olor dulce. Éste se usa como solvente y como agente aromático en los suavizantes de tela. El “11.° Reporte sobre Cancerígenos”, publicado por el Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos, enumera al cloroformo como un cancerígeno (una sustancia que causa cáncer). La exposición excesiva al cloroformo provoca somnolencia, mareos, vómito, náuseas, dolores de cabeza, daño hepático y renal, trastornos cardíacos, afecciones de la piel e infecciones en el tracto respiratorio.
Acetato de etilo
El acetato de etilo (fórmula molecular: CH3COOCH2CH3) es un líquido incoloro de olor dulce. Éste se usa como solvente y agente aromático. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) enumera al acetato de etilo como un desecho peligroso. Los riesgos para la salud asociados con el acetato de etilo incluyen daño renal y hepático, infecciones del tracto respiratorio y anemia.
Terpinoleno
El terpinoleno (fórmula molecular: C10H16) es un líquido incoloro con un fuerte olor cítrico. Éste se usa en suavizantes para tela, cremas para afeitar, barras de jabón, sprays desinfectantes y colonias. El terpinoleno causa irritación en los ojos, piel, garganta y nariz. Estudios de laboratorio realizados con ratas concluyeron que este ingrediente de fragancia es un posible cancerígeno, que produce tumores renales y de vejiga. Los resultados de este estudio fueron publicados en el volumen 16 de “Mutagenesis”.
Escrito por Natasha Gilani | Traducido por Jhonatan Saldarriaga
Via | Asquimiem
Elegir un cosmético elaborado con productos naturales no es fácil. Aunque existe un reglamento que obliga a que la etiqueta recoja la composición real del producto, en la práctica los controles son pocos y no suelen dirigirse a verificar si los ingredientes son naturales o no. Tampoco existe ninguna ley o reglamento que defina de una forma precisa la cosmética natural o ecológica.
Montse Escutia, secretaria de Asociación Vida Sana, asegura que “la mayor parte de la cosmética lleva en su composición ingredientes potencialmente peligrosos para la salud y el medio ambiente” y, a pesar de ello, la Unión Europea “t odavía no se ha puesto de acuerdo en prohibirlos a pesar de las evidencias”.
La feria Biocultura analiza, del 2 al 4 de octubre, este y otros temas relacionados con productos ecológicos y consumo responsable en Bilbao Exhibition Centre (BEC) de Barakaldo.
El término ecológico está asociado a la alimentación ¿pero qué ocurre con la cosmética?
Que la mayor parte de la cosmética lleva en su composición ingredientes potencialmente peligrosos para la salud de las personas y para el medio ambiente. Por eso los consumidores empiezan a concienciarse y a buscar una cosmética más natural. El sector está experimentando un gran desarrollo en estos últimos años.
¿Qué beneficios tiene la cosmética ecológica o natural?
Se utilizan ingredientes de origen natural que de forma tradicional se han empleado por sus propiedades protectoras de la piel y el cabello como el aceite de oliva, el aceite de almendras el aloe, la rosa mosqueta, la miel y muchos más. No contienen sustancias químicas muchas de ella derivadas del petróleo que son más agresivas además de contaminar el medio ambiente. No te estás poniendo en la piel ningún producto sobre el que existen dudas de si tiene efectos sobre la salud a largo plazo. Ni tampoco estás contribuyendo a apoyar una industria muy contaminante ya que muchos de los ingredientes convencionales provienen de la petroquímica. Ni va a dejar residuos contaminantes en el agua cuando te duches. Y va a ser igual de efectivo que uno convencional. La cosmética es marketing y todo el mundo sabe que los milagros no existen.
¿Y cómo se controlan todos estos puntos?
Los productos cosméticos están obligados a indicar su composición en la etiqueta. Para ello se utiliza una nomenclatura que se conoce con el nombre de INCI. Lo ideal sería que el consumidor fuera capaz de interpretar el listado de ingredientes y distinguir los naturales de los que no. Como es un tema complicado lo más recomendable es recurrir a la cosmética certificada por una entidad que nos inspire confianza.
¿Entonces no existe una legislación específica que regule estos productos?
No, por eso encontramos muchas entidades privadas que la certifican y algunos intentos, no muy exitosos, de agruparlos todos bajo un mismo paraguas. Es una exigencia del sector que lleva años pidiendo una legislación equivalente a la de la alimentación pero resulta muy complicado porque la industria cosmética es todavía más potente que la alimentaria.
¿Qué responsabilidad tienen los fabricantes en el proceso, a qué se pueden acoger?
Hoy en día la ley exige un control muy burocrático sobre los productos cosméticos y cada uno de sus ingredientes. Todos los cosméticos y cada uno de sus ingredientes se declaran en un registro europeo y han de tener una persona con conocimientos técnicos que se responsabilice. Pero ello no impide que se sigan utilizando ingredientes potencialmente peligrosos porque la UE todavía no se ha puesto de acuerdo en prohibirlos a pesar de las evidencias. Lo que se consigue es encarecer y dificultar la creación de pequeñas empresas artesanas que no pueden asumir los costes de los registros y beneficiar a las grandes empresas. Pero no quiere decir que sea imposible, y en el mercado encontramos marcas de cosmética ecológica muy buena, muchas de ellas de empresas pequeñas. Cada fabricante es el responsable de la formulación de los cosméticos y muchos optan por buscar una empresa privada que les certifique que sólo utilizan ingredientes naturales y/o ecológicos.
¿Qué principios debe cumplir la cosmética natural o ecológica?
– La mayor parte de los ingredientes son naturales o de origen natural. Estamos hablando de un mínimo del 90%. Además una parte de este porcentaje está certificado como procedente de la agricultura ecológica.
– No se incluyen materias primas, especialmente compuestos químicos, sobre los que existen dudas sobre su inocuidad para el medio ambiente o la salud de las personas.
– Utilizan procesos de transformación y elaboración respetuosos con el medio ambiente
– Se permiten ingredientes de origen animal siempre que no sean derivados de animales amputados o sacrificados específicamente para la elaboración del cosmético.
– No están testados en animales ni el producto final ni ninguno de sus ingredientes
-No se admiten ingredientes ni procesos que impliquen el uso de tecnologías controvertidas como organismos modificados genéticamente (OGM), nanotecnología o irradiación.
Estudios independientes, profesionales y grupos no relacionados con la industria cosmética ni farmacéutica aseguran que el sol no es el causante del aumento de melanomas, sino que las propias cremas solares contienen ingredientes que causan daños en el ADN y favorecen el desarrollo de las células cancerígenas.
En la radio, en la prensa, en la televisión, en los comunicados oficiales médicos, hasta la saciedad nos han bombardeado con los supuestos peligros del sol, los protectores solares y la reducción de la capa de ozono.
Pero es que, de manera paralela, hay organismos y profesionales independientes que nos dicen que no, que no es verdad, que en verdad va paralelo el aumento de cáncer de piel con el auge del uso de cremas y protectores solares llenitas de filtros solares químicos (algunos, sospechosos de producir cáncer y otras muchas alteraciones de la salud).
Somos conscientes de que, en la actualidad, hay un exceso de información y que hay tanta publicación rigurosa como despreciable; tanto interés económico en un sentido, como en el otro. Aún así, somos partidarias de observar todos los ángulos y que cada cual saque sus propias conclusiones.
La versión de que el sol es una especie de demonio y que tomarlo sin una crema de protección solar es un verdadero sacrilegio… esa versión ya la conocemos de sobra. Echemos un vistazo a una versión alternativa.
El peligro de los desodorantes y antitranspirantes
El uso continuado de desodorantes y antitranspirantes industriales está relacionado con cáncer de mama, Alzheimer y otras dolencias gracias a la toxicidad de algunos de sus componentes como el aluminio, el triclosán o los parabenos.
Dentro de la infinita gama de productos tóxicos que nos rodean por todas partes, los desodorantes y los antitranspirantes son particularmente indeseables por las sospechas que, desde hace años, se tienen sobre su influencia en el cáncer de mama y el Alzheimer, entre otras dolencias.
Revisemos algunas cuestiones importantes sobre los desodorantes y los antitranspirantes para saber qué son exactamente, qué contienen y qué hacen en el organismo. Pero antes, echemos un vistazo al sinsentido de “limpiarnos” con productos nevenosos impidiendo necesidades fisiológicas esenciales.
Pinturas, detergentes, moquetas, ambientadores y un sinfín de productos que usamos a a diario intoxican nuestro hogar y la salud.En este artículo te mostramos cómo detectar sustancias tóxicas, qué efectos producen, cómo evitarlos y cómo mantener un hogar saludable libre de elementos venenosos.
Según datos ofrecidos por Greenpeace, y extraídos de numerosos estudios, nuestros europeos hogares contienen entre 70 y 120 sustancias tóxicas responsables de generar todo tipo de enfermedades como alergias, enfermedades de la piel, toxicidad general del organismo, cáncer, deformaciones congénitas, infertilidad, alzheimer, etc. No es habitual que, al padecer cierto tipo de dolencias, las relacionemos con un entorno tóxico impregnado con elementos venenosos que, sin duda, sí tienen un impacto real sobre el organismo. Sin embargo, eso es lo que dicen los estudios y lo que denuncian cada vez más expertos y asociaciones de consumidores.
La industria de los cosméticos está llegando a unos extremos de mercantilizar de forma vergonzante pequeños problemas de disfunción orgánica natural de nuestro cuerpo, sin tener en cuenta la peligrosidad de muchos de los componentes que utilizan para “solucionar” dichas disfunciones.
Alivia la sequedad vaginal y mejora las relaciones sexuales dice el anuncio televisivo, sin tener en cuenta que muchas veces la sequedad no solo reside a nivel vaginal sino también a nivel del pene del hombre.
Los años no perdonan ni para la mujer ni para el hombre, pero en estos anuncios machistas se resisten a culpabilizar también al hombre de esta falta de lubricación.
Y lo más preocupante es que entre sus propiedades anunciadas, destaca que puede usarse a diario porque no contiene ingredientes químicos agresivos.
Pues analizados sus componentes, resulta que lleva Methylparaben y Propylparaben retirados de muchos cosméticos por sus efectos cancerígenos, DMDB Hydatoin y Diazolidinyl urea que se transforman en el interior del cuerpo en el peligroso Formaldehido, además de Disodium EDTA con efectos anti-reproductivos y posibles afectaciones a riñón http://mipielyyo.blogspot.com.es/2013/02/que-es-el-disodium-edta.html
Y todo por la inhibición de nuestras queridas autoridades sanitarias de no recomendar aceite de oliva virgen extra, que todos tenemos en nuestra cocina, en vez de este y otros cosméticos similares con posibles efectos secundarios indeseables..
Y con este sencillo aceite de oliva virgen extra, a poder ser ecológico, os aseguro que utilizado por el hombre en su pene, evitaría a la mujer ponerse estos preparados con aditivos químicos tan complicados en sus partes más nobles.
La Dulce Revolución también consiste en endulzar las relaciones sexuales con un lubricante, no solo inocuo sino medicinal.
Usamos cookies propias con finalidad funcional y cookies de terceros (tipo Analytics) para conocer hábitos de navegación y dar mejor servicio de información. Al pulsar “Aceptar”, consientes en el uso de las cookies de este sitio web.
Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia mientras navegas por esta web.Las cookies que se clasifican como necesarias se almacenan en tu navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas de la web.También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utilizas esta web.Estas cookies se almacenarán en tu navegador solo con tu consentimiento.También tienes la opción de optar por no recibir estas cookies.Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar tu experiencia de navegación. Más información aquí.
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
Las cookies que pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos personales del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados se denominan cookies no necesarias. Es obligatorio obtener el consentimiento del usuario antes de ejecutar estas cookies en su sitio web.
Si te gustan los jabones naturales y quieres aprender a elaborar tus propios jabones en casa, éste es tu curso.
Aprenderás a elaborar jabones naturales mediante el proceso en frío: jabones de uso corporal con aceites esenciales y colorantes naturales, jabones para uso doméstico hechos a partir de aceites usados para cocinar, etc… Infórmate aquí