Para hacer jabón se utilizan dos álcalis: el hidróxido sódico NaOH (también llamado sosa cáustica o sosa) y el hidróxido de potasio KOH (también llamado potasa cáustica o potasa). Su función es la de reaccionar con las grasas para producir jabón.
El jabón potásico es el resultado de la reacción de lípidos (grasas) con el hidróxido de potasio y agua. Para obtener un jabón líquido, normalmente se saponifica en caliente y la pasta de jabón obtenida, se diluye posteriormente con agua. Si te interesa profundizar en este tipo de jabones, te puede interesar nuestro curso online de Jabones líquidos.
Este jabón lo elaboraremos con tensioactivos no iónicos de origen vegetal
Tensioactivos no iónicos de origen vegetal
Los tensioactivos son sustancias que reducen la tensión superficial de las moléculas de agua, permitiendo que las grasas (suciedad) emulsionen con el agua y desaparezcan con el aclarado.
Pueden ser de origen sintético/no-natural (usados frecuentemente en detergentes para la ropa, productos para la limpieza, lavaplatos, etc) o de origen vegetal/natural (más suaves y biodegradables).
Existen cuatro tipos de compuestos tensioactivos: aniónicos (por ej. los jabones naturales elaboradoras con álcalis), catiónicos (pueden ser irritantes), anfóteros, no iónicos (son suaves y biodegradables).
Por sus propiedades, pueden tener diferentes funciones: detergente (o agente de limpieza), espumante, emulsionante (permite mezclar dos líquidos inmiscibles), acondicionamiento…
En cosmética natural, los tensioactivos no iónicos de origen vegetal se usan para elaborar productos limpiadores y espumantes, especialmente para pieles sensibles (champús, jabones líquidos, geles de baño, jabones para niños, etc)
Deben usarse diluidos (son muy concentrados) y debe ajustarse el pH del producto final (ya que suelen tener un pH básico que pueden alcalinizar las preparaciones donde se integran).
El proceso de hacer jabones líquidos es diferente del proceso de hacer jabones sólidos.
Veamos las principales diferencias:
Tipo de álcali
Para hacer jabones sólidos usamos sosa cáustica – NaOH
Para hacer jabones líquidos usamos potasa – KOH.
Cuando combinamos ácidos grasos con sosa cáustica (NaOH), la sosa cristaliza y forma una pastilla de jabón sólida. Cuando hacemos lo mismo con potasa cáustica (KOH), la potasa no cristaliza, y queda una masa de jabón pastosa, que es soluble en agua.
Tipo de elaboración: en frío o caliente
Los jabones sólidos se elaboran mediante el llamado “proceso de saponificación en frío”.
Los jabones líquidos en cambio, se elaboran mediante el “proceso de saponificación en caliente”. Una vez hemos conseguido la traza, cocemos la pasta de jabón hasta que toda la lejía se neutraliza. La ventaja del proceso en caliente es que puedes usarlo al dia siguiente (no tienes que esperar unas semanas a que cure).
Sobreengrasado
Los jabones líquidos no se sobreengrasan, porqué el aceite no saponificado flotaría en nuestro jabón líquido (el jabón líquido tiene mucha agua, el aceite y el agua no se mezclan y como el aceite es más espeso que el agua flotará). El aceite de ricino sulfatado es el único aceite que puede disolverse en agua, por lo que es el único con el que podremos sobreengrasar (si queremos hacerlo, aunque no es necesario). Hay un tipo de manteca de karité modificada que es también hidrosoluble (INCI: Butyrospermum parkii, PEG-10 Olive Glycerides)
Calculadoras de saponificación
Las calculadoras de saponificación se usan de forma diferente ya que la potasa nunca es pura. Como no podemos sobreengrasar, hay menos margen de error en las fórmulas, ya que demasiada potasa hará que sea un jabón muy alcalino (pH demasiado alto) y tendremos que neutralizarlo. Si por el contrario ponemos menos potasa de la necesaria, no saponificaremos todos los aceites y nos quedará un jabón aceitoso, con aceite flotando en la superficie. Por otra parte, la potasa es siempre mucho menos pura que la sosa cáustica, por lo que en el caso de la elaboración de jabones líquidos la necesidad de disponer de una buena fórmula es especialmente importante.
Aceite de coco
Para obtener jabones líquidos con mucha espuma (especialmente si donde vivimos el agua es más bien dura) necesitaremos más aceite de coco del que usaríamos normalmente en las fórmulas de jabones con sosa cáustica. Es decir si en los jabones sólidos lo recomendable es usar un máximo del 25% del total de los aceites, en el caso de los jabones líquidos podemos usar proporciones mucho mayores (por ej. 40-45% del total de los aceites).
Consistencia
Los jabones naturales líquidos elaborados con potasa son líquidos (acuosos). Es decir, la consistencia es más acuosa que la de los jabones “liquidos” que compramos en las tiendas (que en su mayor parte no son jabones naturales sino detergentes, a los que se les ha añadido gelificantes y espesantes, entre otras cosas…). Los aceites que contribuyen a crear pastillas más duras en los jabones elaborados con sosa cáustica (como por ej. el aceite de palma o el sebo), no son necesarios en las fórmulas de jabones líquidos ya que la “dureza” no es un factor importante en este tipo de jabones.
Agua
Para disolver la potasa, en los jabones líquidos se pone más agua que en los jabones sólidos (la medida standard es multiplicar la potasa por 3). Esto se hace sobre todo porqué durante el proceso de cocción de la base de jabón se produce evaporación de agua.
Si ya sabes hacer jabones sólidos con sosa cáustica, te recomiendo mi curso online “Jabones líquidos”.
Para hacer jabón se utilizan dos álcalis: el hidróxido sódico NaOH (también llamado sosa cáustica o sosa) y el hidróxido de potasio KOH (también llamado potasa cáustica o potasa). Su función es la de reaccionar con las grasas para producir jabón.
Según el tipo de álcali que utilicemos, nuestro jabón tendrá unas características u otras:
Jabones con sosa cáustica (también llamada sosa o hidróxido de sodio y cuya fórmula es NaOH): son sólidos, opacos (típicas pastillas o barras de jabón)
Jabones con potasa cáustica (también llamada potasa o hidróxido de potasio y cuya fórmula es KOH), son líquidos y más bien transparentes. Se disuelven antes que los jabones con sosa cáustica y generan mayor cantidad de espuma. Se usan para hacer jabones líquidos, cremas de jabón o un jabón suave de potasa, que diluido es usado para combatir de forma ecológica las plagas de pulgones de jardines y huertos.
Químicamente el hidróxido de potasio es mucho más reactivo que el hidróxido de sodio y se necesita más cantidad para saponificar grasas (1,4 veces más).
Sin lejía no hay jabón, pero… no hay lejía en el jabón!
Cuando hablamos de lejía, los principiantes se asustan un poco “¿lejía? Pero si es tóxica!”. Y nos viene a la mente el recuerdo de nuestras abuelas con las manos enrojecidas por el uso de jabón.
Pero si has usado alguna vez un jabón natural sabes que es suave e hidratante. Si se utiliza lejía para hacer el jabón,¿cómo es posible que ese jabón sea tan bueno para la piel? Parece una contradicción ¿verdad?.
Ciertamente la lejía estaba, pero cuando ha terminado el proceso de saponificación, la lejía ya no está.
Parece mágico, pero en realidad no es más que un proceso químico. Cuando combinamos el aceite con la lejía, ésta se transforma y desaparece durante el proceso de saponificación. La reacción química que llamamos “saponificación“transforma elaceitey lejíaen jabón (aprox 90%) y glicerina (aprox.10%).
Eljabónlimpia la pielylaglicerina que es un humectante, atraela humedad del airesobre la piel, ayudando a mantenerlahidrataday flexible.Así queno tengas miedo a elaborar y usar tu propio jabón y disfruta de todos sus beneficios
A veces mis alumnas me dicen “…pero el jabón que compro en la tienda no tiene lejía.” Y es cierto, ya no tiene lejía, porqué ha desaparecido después del proceso de saponificación.
Para elaborar jabones naturales, saponificamos grasas con un álcali, que puede ser sosa cáustica o potasa. Si has hecho jabones por el método de saponificación en frío con sosa cáustica, lo primero que debes de tener en cuenta es que el proceso de hacer jabones líquidos es diferente del proceso de hacer jabones sólidos.
Veamos las principales diferencias:
Tipo de álcali
Para hacer jabones líquidos usamos potasa – KOH.
Cuando combinamos ácidos grasos con sosa cáustica (NaOH), la sosa cristaliza y forma una pastilla de jabón sólida. Cuando hacemos lo mismo con potasa cáustica (KOH), la potasa no cristaliza, y queda una masa de jabón pastosa, que es soluble en agua.
Tipo de elaboración: en frío o caliente
Una vez hemos conseguido la traza, cocemos la pasta de jabón hasta que toda la lejía se neutraliza. La ventaja del proceso en caliente es que puedes usarlo al dia siguiente (no tienes que esperar unas semanas a que cure).
Sobreengrasado
No sobreengrasamos el jabón, porqué el aceite no saponificado flotará en nuestro jabón líquido (el jabón líquido tiene mucha agua, el aceite y el agua no se mezclan y como el aceite es más espeso que el agua flotará). El aceite de ricino sulfatado es el único aceite que puede disolverse en agua, por lo que es el único con el que podremos sobreengrasar (si queremos hacerlo, aunque no es necesario). Hay un tipo de manteca de karité modificada que es también hidrosoluble (INCI: Butyrospermum parkii, PEG-10 Olive Glycerides)
Calculadoras de saponificación
Las calculadoras de saponificación se usan de forma diferente ya que la potasa nunca es pura. Como no podemos sobreengrasar, hay menos margen de error en las fórmulas, ya que demasiada potasa hará que sea un jabón muy alcalino (pH demasiado alto) y tendremos que neutralizarlo. Si por el contrario ponemos menos potasa de la necesaria, no saponificaremos todos los aceites y nos quedará un jabón aceitoso, con aceite flotando en la superficie. Por otra parte, la potasa es siempre mucho menos pura que la sosa cáustica, por lo que en el caso de la elaboración de jabones líquidos la necesidad de disponer de una buena fórmula es especialmente importante.
Aceite de coco
Para obtener jabones líquidos con mucha espuma (especialmente si donde vivimos el agua es más bien dura) necesitaremos más aceite de coco del que usaríamos normalmente en las fórmulas de jabones con sosa cáustica. Es decir si en los jabones sólidos lo recomendable es usar un máximo del 25% del total de los aceites, en el caso de los jabones líquidos podemos usar proporciones mucho mayores (por ej. 40-45% del total de los aceites).
Consistencia
Los jabones naturales líquidos elaborados con potasa son líquidos (acuosos). Es decir, la consistencia es más acuosa que la de los jabones “liquidos” que compramos en las tiendas (que en su mayor parte no son jabones naturales sino detergentes, a los que se les ha añadido gelificantes y espesantes, entre otras cosas…). Los aceites que contribuyen a crear pastillas más duras en los jabones elaborados con sosa cáustica (como por ej. el aceite de palma o el sebo), no son necesarios en las fórmulas de jabones líquidos ya que la “dureza” no es un factor importante en este tipo de jabones.
Agua
Para disolver la potasa, en los jabones líquidos se pone más agua que en los jabones sólidos (la medida standard es multiplicar la potasa por 3). Esto se hace sobre todo porqué durante el proceso de cocción de la base de jabón se produce evaporación de agua.
Hay muchas maneras de hacer jabón, pero básicamente hay 2 procesos para elaborar jabones naturales artesanales: proceso en frío y proceso en caliente.
Siempre recomiendo que si nunca has hecho jabón, empieces a elaborar jabones mediante el proceso en frío, porqué es mucho más fácil. Una vez dominas la elaboración de este tipo de jabones, entonces te resultará mucho menos complicado aprender a elaborar jabones líquidos con potasa mediante el proceso de elaboración en caliente.
Proceso en Frio
Técnica para fabricar jabón que se basa casi exclusivamente en el calor generado por la reacción química de los ácidos grasos y el álcali para producir jabón. No se aplica calor después de haber mezclado los ingredientes.
Ventajas: Como la saponificación se realiza sin fuente de calor externo los aceites, al no estar sobrecalentados, no se desnaturalizan y mantienen sus propiedades. No se evaporan sustancias y se genera la glicerina natural, que es uno de los mejores agentes hidratantes.
Inconvenientes: Una vez hecho el jabón hay que esperar 4 semanas para que el proceso de saponificación termine y disminuya el pH. Los aditivos añadidos en la traza (aceites esenciales, hierbas, colorantes, aromas…) pierden parte de sus propiedades debido al alto pH que tiene en ese momento el jabón.
Proceso en Caliente
Procedimiento de fabricación de jabón en el que se cuecen grasas, aceites y una solución cáustica a 50º-80º durante varias horas. Es el que se utilizaba antiguamente para hacer jabón. El jabón permanece en un estado fluido y de mucha viscosidad (gelificacion). De esta forma se consigue que la saponificación se complete (por lo que el jabón obtenido no es necesario curarlo). Actualmente este método se utiliza sobre todo para hacer jabones líquidos (con potasa cáustica) y bases de jabón de glicerina.
Ventaja: el jabón se puede utilizar una vez frío. No hace falta esperar 4 semanas.
Además, los aditivos no pierden sus propiedades y preservamos sus componentes.
Inconvenientes: el proceso es mucho más lento y laborioso.
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