
De los múltiples cuidados de la piel, la hidratación es la más básica y necesaria después de la higiene. Limpiar e hidratar, son los dos básicos.
La hidratación, como la misma palabra lo dice, trata de aportar humedad a la piel y protegerla de factores externos que la pueden agredir, y evitar la pérdida del agua propia que la compone. La humedad dará elasticidad a la piel, mejorarán las arrugas, ya que la piel está menos tensa y más suave.