Cada día, muchas veces sin saberlo, utilizamos y liberamos al medio ambiente una gran cantidad de sustancias químicas, por ejemplo en las colonias y perfumes, en los que es fácil encontrar ftalatos y almizcles sintéticos. En este informe de Greenpeace se analizan 36 aguas y perfumes sintéticos.
Y es que el extendido uso de sustancias químicas peligrosas, junto a la falta de información adecuada y de control gubernamental, nos ha llevado a la crisis química a la que hoy hacemos frente. La peligrosidad de la gran mayoría de estas sustancias jamás ha sido evaluada apropiadamente. Al mismo tiempo, la legislación actual no puede controlar la exposición a sustancias, incluso de aquellas de las que se conocen sus propiedades de peligrosidad y existiendo alternativas más seguras. Como consecuencia, se han encontrado evidencias de contaminación química desde regiones remotas e inaccesibles del planeta hasta el medio ambiente doméstico.
Esta investigación confirma la presencia de potenciales sustancias químicas peligrosas en aguas de colonia y perfumes. Las cantidades de estas sustancias contenidas en los productos varían considerablemente entre los productos analizados y exísten muchos vacíos en la regulación de su utilización.
Lee el informe completo: Eau de tóxicos