La manteca de karité es una manteca vegetal muy densa que se obtiene de las nueces del arbol de karité (vitellaria paradoxa), que se encuentra en África central (desde Malí a Etiopía). Suele crecer entre 15-20 metros de altura y da frutos a partir de los 15 años. Se ha usado en los hogares africanos durante casi 2000 años como alimento y para proteger la piel del sol, nutrirla e hidratarla.
Elaboración de la manteca de karité
Las mujeres africanas recogen las nueces del suelo, las lavan y las tuestan para obtener la manteca. A temperatura ambiente es sólida, pero se funde fácilmente con el contacto de la piel. Se absorbe fácilmente y no es comedogénica. Tiene efecto reparador, cicatrizante y antienvejecimiento.
En este video vemos como las mujeres recogen las nueces del suelo y las dejan secar al sol durante una semana. Luego las seleccionan, las lavan, las hierven y las dejan secar al sol durante dos semanas.
A continuación, procesan las nueces hasta obtener la preciada manteca.
Propiedades de la manteca de karité
Es rica en potasio y magnesio y una buena fuente de proteínas. Se compone de triglicéridos de ácidos grasos esenciales y ácidos grasos insaponificables, lo que significa que no reaccionan durante el proceso de saponificación, por lo que los jabones que contienen manteca de karité tienen unas propiedades hidratantes y acondicionadoras muy especiales.
Anti inflamatorias
Tradicionalmente, la manteca de karité se ha utilizado para tratar el reumatismo, lo que implica que posee propiedades anti-inflamatorias (CECI, 1999). Investigaciones recientes han investigado más a fondo estas afirmaciones y lo han corroborado.
Antioxidantes
Según Linnemann (2014), la manteca de karité contiene tocoferol y polifenol que son antioxidantes. Los antioxidantes protegen la piel (anti radicales libres).
Hidratantes
Aplicada diariamente sobre la piel, evita que la piel se deshidrate. Es eficaz en pieles secas, agrietadas, quemaduras solares, manchas, estrías y dermatitis (Shea Institute, 2016).
Protector solar
Tradicionalmente, se ha utilizado para proteger la piel del sol.
Conservación
Para conservar todas sus propiedades, es mejor guardarla en un tarro cerrado, en un lugar fresco, seco y oscuro. No indicada para personas con alergia al látex.
Referencias
CECI, 1999: Shea Butter: The Revival of an African Wonder
Linnemann, 2014: Nutritional Composition of Shea Products and Chemical Properties of Shea Butter: A Review
Shea Institute, 2016: 21 Reasons to Use Shea Butter
Mercè Castells
Autora del Manual de Cosmética Natural DIY y tutora de los cursos online: